Bases de datos en la enseñanza

1 / Introducción

Muy importante, planificar la base de datos antes de crearla

Como acabamos de comentar, cuando trabajamos con bases de datos relacionales, la información se distribuye en distintas tablas vinculadas entre sí. Esta característica hace necesario un proceso de planificación y diseño previo para obtener el resultado esperado. Piensa qué deseas almacenar en la base de datos, qué datos necesitas recuperar y en definitiva, determina el propósito final del proyecto para establecer unos cimientos lo suficientemente sólidos.

Para comenzar, establece prioridades y enumera las funcionalidades principales que deseas obtener de la base de datos. Os proponemos algunas ideas:

Después de leer los párrafos anteriores, vemos que nuestra base de datos debe contener una serie de tablas de datos, que serán aquellas que dispongan de la información que necesitemos gestionar.

En seguida vemos que el esquema que muestra la figura 1.9 queda corto. Debemos concretar un poco más. Los datos de los alumnos, ¿cuáles son? Evidentemente debemos incluir nombre y apellidos, ¿tal vez su dirección? No, si no pensamos enviarles correspondencia. ¿Su número de teléfono? Sí, si prevemos que les tendremos que avisar de repentinos cambios en los horarios de las competiciones o cualquier otra circunstancia. Todas estas preguntas y más, debemos hacernos antes de empezar a trabajar con la base de datos.

Planificación

Figura 1.9

Nota: Una buena idea puede ser realizar un esquema anotando  los datos que queremos utilizar y las funciones que deseamos que realice la base de datos. De esta forma resultará más sencillo representar las relaciones que podamos establecer entre ellos.

Recomendación sobre los pasos a seguir para lograr una buena planificación

Si estás haciendo una primera aproximación a las bases de datos puedes leer las ideas que enumeramos a continuación y volver a ellas cuando hayas adquirido más conocimientos sobre OpenOffice Base.

  1. En primer lugar debemos tener clara la finalidad del proyecto, ya que será determinante para crear las tablas necesarias y, en definitiva, la estructura de la base de datos más adecuada.
  2. Enumera las tablas que necesitas. Por ejemplo si estás diseñando una base de datos vinculada a un centro educativo será necesario almacenar información sobre alumnos, cursos, materias, etcétera.
  3. Una vez tomada la decisión sobre las tablas, toca el turno a la información que almacenará cada una de ellas.
  4. Piensa en la relación que tendrán las tablas entre sí. Por ejemplo, está claro que la tabla de cursos tiene que estar asociada de algún modo a la tabla de alumnos. Aunque esta fase todavía nos queda un poco lejos es bueno tenerlo presente.
  5. Piensa en que otros objetos necesitarás como consultas, formularios o informes.

Terminados todos estos puntos, es conveniente estudiar la estructura resultante para detectar posibles fallos. Insistimos en que una buena planificación hará mucho más fácil el trabajo con la base de datos. Y lo más importante, evitará que tengamos que hacer cambios sobre la estructura de tablas, cuando éstas ya contengan información.