Bases de datos relacionales
Una base de datos relacional se caracteriza por la posibilidad de establecer vínculos entre sus tablas. Esto permitirá, entre otras cosas, obtener datos combinados de varias de ellas o llevar a cabo actualizaciones que garanticen la integridad de los datos.
Muy frecuentemente se hace necesaria la existencia de diversas tablas relacionadas entre sí. Una duda inicial que suelen tener quienes no están familiarizados con las bases de datos es “¿no sería más fácil tener la información almacenada en una única tabla o al menos en la mínima cantidad de tablas posible?”. La respuesta a esta pregunta es afirmativa sólo en casos excesivamente simples. Por ejemplo, en cualquier centro escolar resulta útil tener bien organizados del los datos del profesorado y del alumnado. Si concentrásemos todos ellos en una única tabla, generaríamos una tabla muy poco práctica que incluiría multitud de datos personales y académicos de ambos, de aulas, etc. Si creásemos dos tablas, una para profesores, otra para alumnos, y quisiéramos saber qué alumnos tiene asignados cada profesor y, por otro lado, qué profesores tiene asignado un determinado alumno, aún tendríamos el problema de tener que generar información por duplicado en ambas tablas. Lo más fácil para este caso sería establecer varias tablas: una para profesores, en la que se incluya a qué grupos da clase; otra con los datos de los alumnos, en la que se especifique a qué grupo pertenece cada uno; otra simplemente con los grupos existentes. Estableciendo las relaciones adecuadas entre las tablas, podremos tener la información vinculada de forma ágil para su consulta.
En cuanto a las potenciales ventajas de que distintas tablas estén relacionadas entre sí, para verlo un poco más claro, pensemos en la tabla donde se almacenan los grupos a los que pertenecen cada uno de los alumnos de nuestro centro escolar:
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Supongamos que es necesario cambiar un alumno de grupo ¿Podemos garantizar que modificamos el valor del campo Grupo en todas aquellas ubicaciones donde podría llegar a utilizarse?
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¿Qué ocurre si necesitamos cambiar el nombre del grupo, por ejemplo de 1ºA a 1º Desdoble? ¿Qué pasa con los alumnos que pertenecían al primer grupo?
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¿Cómo hacemos para añadir nuevos grupos de forma transparente para el resto de elementos contenidos en la base de datos?
Todos los puntos anteriores conducen a repetir información y a correr el riesgo de que los mismos datos puedan aparecer de formas diferentes en distintos lugares de la base de datos.
Para solucionar todos estos problemas debemos recurrir a las bases de datos relacionales. En ellas, las relaciones entre tablas se establecen mediante campos comunes denominados “claves” o “llaves”. Estos campos serán los encargados tanto de asegurar la integridad de los datos como de evitar la duplicidad de información. En la figura 1.8 puedes ver representadas las relaciones de nuestra base de datos de ejemplo.
Figura 1.8
Nota: Es necesario que exista al menos una relación entre cada una de las tablas de la base de datos y que cada tabla incluya un campo clave. Es imprescindible cumplir estas dos condiciones para aprovechar todas las posibilidades de OpenOffice Base como Sistema Gestor de Bases de datos Relacional.