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Un safari de hormigas

Preparación

Hacer un croquis de los lugares que se van a visitar, aún cuando sean muy cercanos a la escuela.
Para los más pequeños se puede señalar en el suelo un camino que han de seguir y mostrarles el inicio del safari, y en fotografías o láminas, lo que pueden encontrar.
Cada grupo debe tener un cuaderno de campo y útiles de dibujo, lápices de colores o ceras, instrumentos de medida, de observación (lupas) y de recogida (frascos).

Preguntas para investigar

Se puede realizar por anticipado una lista de preguntas y respuestas sobre los problemas más comunes. Posteriormente se pueden ir acumulando pre­guntas que podremos consultar en Internet o en las enciclopedias.

  • ¿Hacen todas las hormigas la misma función en un hormiguero?
  • ¿Cómo se desplazan las hormigas?
  • ¿Hacen un recorrido muy largo desde el hormiguero? ¿Cuánto?
  • ¿Con qué frecuencia entran o salen las hormigas de su hormi­guero?
  • ¿Qué hacen las hormigas cuado llueve?
Trabajo de Campo
  • Explorar el campo de la escuela o alrededor de ella. Si estamos en la ciudad, podemos ir a un campo cercano, parque o jardín. Las hormigas están por todas partes.
  • Marcar los lugares en los que se han encontrado hormigueros y trasladar la información al mapa o al ordenador.
  • Recoger información y pasarla al cuaderno de cam­po.
  • Visitar los hormigueros y con detenimiento observar el comportamiento de las hormigas.
  • Recoger datos y algunas hormigas para observarlas en clase. Trabajar en equipo en el cuaderno de campo.
En el Aula
  • Observar las hormigas recogidas.
  • Trasladar la observación al cuaderno.
  • Dibujar las hormigas y diferenciar sus partes.
    (Sería bueno disponer de un hormiguero y depositar las hormigas en el mismo para observar qué hacen las otras hormigas con las visitantes o intrusas).


 

 


Hacer un Hormiguero

Para construir un hormiguero hay que tener un poco de paciencia pero es fácil de hacer y constituye una experiencia realmente apasio­nante y divertida.
(Para los más pequeños es una forma de aprender muy signi­ficativa y motivadora).

a) Los materiales necesarios

Solamente se necesita tierra, dos cristales o dos piezas de metacrilato, una base y laterales de madera, una tapa con orificios, y las hormigas.
Los cristales deben ser del mismo tamaño, aproximadamente de 30x30, aunque por supuesto depende de lo grande que queramos el hormiguero. Los cristales se fijan en una base de madera, con una separación de 1,5 cm, con el fin de apreciar bien las galerías que las hormigas vayan construyendo. Los componentes se pueden pegar con silicona, con cinta adhesiva o elástica.
La tierra que se introduce en el hormiguero debe buscarse en un lugar que carezca de materia orgánica, a ser posible arcillosa, evitando cualquier signo de putrefacción con el fin de evitar las infecciones y los hongos. La tierra se esteriliza dejándola unos días en el frigorífico y pasándola unos 20 minutos por el microondas a la máxima potencia. Así se asegura que no queda ningún microorganismo. Antes de meter la tierra se humedece un poco, pues las hormigas necesitan humedad.
Un procedimiento sencillo es coger la tierra de donde viven las hormigas, y ya está.
Cuando la reina ponga huevos en el nido se puede hacer un orificio a nivel de la tierra para permitir que las hormigas salgan y vuelvan continuamente

b) Para capturar una reina

Sin ella es imposible confeccionar un hormiguero. Hay que coger la que haya perdido ya las alas para evitar que no esté fecundada. Para capturarla es necesario armarse de paciencia, pues salen del hormiguero cuando ha llovido. Se reconocen por su mayor tamaño, y por el abdomen mucho mayor que el resto de sus compañeras.