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TRES OPINIONES SOBRE EL FILM

I. A favor

La historia, hábilmente contada por Nicoll nos muestra la historia de dos hermanos, uno "natural" y el otro "diseñado". La atmósfera de tal mundo, con una excelente recreación, es el lado tristemente perfecto de los "elegidos" por la genética y lado sórdido, el de los marginados por sus deficiencias. Asimismo es un mundo donde la tecnología genética se introduce por todas partes, incluido el crimen. El planteamiento, a pesar de su sencillez, está cargado de acertadas reflexiones, dentro de una inteligente trama, con sorpresas y guiños de complicidad.

Thurman representa a la perfección esa belleza sobrenatural, al tiempo que Hawke encaja perfectamente en el papel de marginal. El trabajo por conseguir una estética propia es asimismo notable, especialmente al comienzo de la película, con unas enigmáticas y reveladoras imágenes acompañadas por la bella música minimalista de Michael Nyman. La película es así una pequeña joya intimista, desdeñando la grandilocuencia habitual en el cine de ciencia ficción actual, pero cuidada hasta en sus menores detalles. En conclusión, se trata de una muy acertada película, que invita a detenerse en esta loca carrera tecnocientífica y que presagia augurios no muy favorables para la humanidad.

En el thriller futurista de Andrew Niccol, Ethan Hawke y Uma Thurman dan prueba de su amor deshaciéndose de sendos mechones de pelo que se habían entregado uno a otro. En esa sociedad futura,, las parejas intercambiaban muestras de cabello, de tal forma que pueden establecerse, mediante análisis científico, las cualidades genéticas de un potencial compañero. el acceso a una clase social privilegiada o élite se determina "objetivamente", por medio del análisis genético del recién nacido.

A mi juicio, "Gattaca" se limita a extrapolar las expectativas ya vislumbrables en la actualidad de legitimar la autoridad y el poder sociales en función del código genético. Al eliminar las formas artificiales de desigualdad fundadas en la tradición y en la cultura, parecemos dispuestos a dar paso a un nuevo orden jerárquico basado en el diseño genético de los individuos.

(Extractado de dos críticas en magazines de Internet)

II. Ni fu ni fa

El problema de "Gattaca" es que la historia que narra se centra con total exclusividad en la peripecia de su protagonista, que transcurre por entero en una corporación de navegación espacial, y prescinde de mostrar cualquier otro elemento de esa sociedad futura que, como espectadores, apenas llegamos a entrever.

La película, así, una vez enunciados sus elementos futuristas, se convierte en una suerte de thriller, cercano al género de espionaje, absolutamente gélido en su estética, atmósfera y desarrollo, y al que una filmación realizada siempre en interiores (se trata de una cinta de modesto presupuesto) y una interpretación desprovista de fuerza acaban por inyectar, en ciertas fases, ciertas dosis de sopor. Se deja ver, pese a todo, como digna muestra de un género en el que últimamente no abundan los títulos apreciables.

(Francisco Moreno, revista "Reseña" 1998)

III. En contra

Los verdaderos protagonistas de esta película no son ni los "válidos" , ni los cohetes que salen de Gattaca, ni los policías con sombrero. En las escenas iniciales se ven aumentados unos trozos de uña al caer en el lavabo. En el fondo hay también restos de pelos. Esos son los protagonistas de la historia. Todo el afán de Vincent está en no dejar ningún resto. Todas las mañanas se frota con rabia para eliminar cualquier resto corporal. Terminada la operación, una llama calcina todo lo que ha caído. Después se coloca bolsas de orina y pequeños depósitos en los dedos para suplantar la personalidad de un "válido".

A Andrew Niccol nos lo imaginamos haciendo lo mismo con el guión. Frente a la historia, su tarea no ha sido la de crear restos, excrementos, olores o mucosas. Día tras día, ha frotado el argumento hasta conseguir que su piel quede del mismo color: limpia y monótona. No ha permitido que se cuele en ella nada que consiga que la vida se pegue. Una vida que fuera de la pantalla avanza a través de pelos, sudores, besos y rechazos.

Nada de esto existe en "Gattaca" y el problema de Andrew es que en su esfuerzo no se ha marcado ningún límite. Ni los personajes, ni los escenarios, ni los diálogos ni la propia trama han conseguido evitar la tarea minuciosa de Andrew. No existe ningún contraste que marque las diferencias y que permita al espectador entrar en la historia. Sólo hay dos elementos que se elevan un poco : el asesinato del director de operaciones y la figura de Anton. El problema es que el personaje de Anton está desperdiciado. Es la otra cara de Vincent, el centro en el que hay que fijarse por ir más allá que el protagonista. Sabe lo que significa ser un privilegiado y perderlo. Jerome sólo es alguien que persigue un sueño y que lo logra o, lo que es lo mismo, un personaje que sólo da de sí media historia. Queda la otra parte, la de la caída. Irene, la mujer que trabaja con Vincent, se pierde en la nada. Cuesta recordar cuál es su peso en la historia y la parquedad de gestos de Umma Thurman es un buen reflejo de la nula profundidad del personaje. Parece puesta ahí sólo para que Jerome se acueste con ella. Si consigue volar a Plutón y acostarse con la guapa, podrá demostrarse que un no-válido también puede tener éxito.

A Andrew se la ha ido la mano. No vemos el mundo exterior, ni los cohetes, ni la vida de otros personajes. Todo ha desaparecido y la única concesión que se permite del mundo exterior a Gattaca es un concierto con la pobre imagen de un pianista de seis dedos. No es ese el futuro que no espera. Quizás existan islas como Gattaca donde todo es orden, juventud y perfección, pero donde hay que mirar es al resto, a los barrios en los que la gente tendrá que luchar con las limitaciones. Es ahí donde está la historia. Andrew es un recién llegado de la publicidad. Dice que quiere "hacer historias que duren más de 60 segundos". En "Gattaca", el tema de la duración esta logrado con una película de casi dos horas. Pero en el resto, en lo referente a la creación de escenarios y personajes, todavía sigue con los esquemas de sesenta segundos. Los que hacen falta para contar su historia. Esquemas tan planos como las cabeceras de un guión : "Exterior - Noche" o Irene, joven de unos treinta años, alta y guapa.

El futuro lo atrapó Dereck y sus replicantes. Para sustituir la fuerza de ese ingeniero genético llamado Sebastián y sus nexus hay que utilizar la imaginación, el talento y la rabia. Nada de eso existe en Gattaca, una película en la que los viajeros a Plutón embarcan como quien coge el metro. Ejecutivos con corbata que pasan un examen de orina y cruzan una puerta. Para saber qué va a pasar con la ingeniería genética hay que acercarse a esas dos creaciones que todas las tardes reciben a Sebastian al llegar a casa. ¿Son felices? ¿Saben que han sido manipulados?. Visto "Gattaca", parece que el problema genético se reduce a elegir el sabor de un helado. ¿Es que Andrew Niccol no ha visto cine? ¿Cómo puede un director decir "no importa si la historia se rueda en una caja de cartón o en los exteriores perfectos"?. Tal vez debería dejar el tema del guión a un profesional y salir una temporada a buscar exteriores. La película falla por todo lo que ha quitado de ella. Por los personajes, por su mundo y por los pelos.

EL GENOMA HUMANO

- El proyecto Genoma Humano, saludado en un éxtasis como el "mapa de la vida", ¿es comparable o supera a las grandes revoluciones científicas?

- Podemos compararla en dimensión con el descubrimiento de Galileo, pero éste no tenía mayores aplicaciones prácticas. Hasta ahora la ciencia nos había revelado la importancia de la genética, pero el Proyecto Genoma nos enseñará a dominarla e intervenir en ella. En este sentido, representa una revolución científica incalculable, una ruptura sin precedentes

(Entrevista de Matilde Sánchez a Peter Singer, Filósofo moral de Bioética)

LA CLONACIÓN

I. Una visión científica

El debate ha estallado. Cuando habíamos olvidado los balidos de la oveja Dolly, nacida(?) por clonación en el Roslin Institute de Escocia, ha irrumpido en la comunidad médica internacional, y en la sociedad en general, una disputa de mucho mayor calado. Ahora se trata de crear un doble idéntico a un ser humano: de ti, de mí, de tu jefe,...

El pasado enero los gobiernos de 19 países europeos firmaron un acuerdo en el que se comprometen a no utilizar la clonación sobre humanos en ningún tipo de investigación científica. Esta reunión se produjo días después del anuncio hecho por el Dr. Richard Seed acerca del inicio de experimentos de clonación en humanos en EE.UU. Este médico de Chicago declaró en el "USA Today" que "la clonación y la modificación del ADN es el primer paso hacia nuestra vocación de ser como dioses". Su iniciativa ha desencadenado una oleada de críticas por parte de expertos de todo el mundo, que opinan que la clonación es inadmisible desde el punto de vista ético, y muy difícil y con grandes riesgos desde el punto de vista técnico. Los avances en el campo de la biología molecular han incrementado considerablemente el interés de los científicos en el campo de la Genética, especialidad que apenas cuenta con un siglo de antigüedad.

Gracias a estas nuevas técnicas se ha podido llevar a cabo el Proyecto Genoma: es el intento de construir un mapa con todos los genes del cuerpo humano. El hombre tiene unos 10 billones de células de unos 200 tipos diferentes. Cada célula tiene la dotación genética completa. El genoma humano o genotipo es el conjunto de genes. Consta de unos 3 billones de pares de bases que forman unos 50.00 a 300.000 genes, aunque sólo unos 10.000 genes bastan para el normal desarrollo del hombre.

Por tanto es fácil imaginar el tremendo interés que han provocado los últimos avances en Genética. Algunas de las enfermedades genéticas, hereditarias o adquiridas, de las que antaño teníamos limitadas nociones sobre sus bases bioquímicas, pueden ser definidas en la actualidad desde el punto de vista molecular con una gran precisión. Los progresos que se están realizando en el conocimiento de la patología molecular humana pueden provocar que la sensación que describía el Dr. Richard Seed como "nuestra vocación de ser como dioses" se convierta en una obsesión, y ¿por qué no? en una realidad en un futuro no muy lejano. En la práctica, los expertos son escépticos acerca de las posibilidades reales que conllevará el mapa del Proyecto Genoma, pues se enfrentan a numerosas dificultades técnicas. La principal de ellas es cómo conseguir introducir el gen adecuado en la célula para modificar la dotación genética de ésta. Se tiene la extraña sensación de poseer un arma potentísima, pero sin saber cómo se aprieta el gatillo.

(Revista Médica en Internet, 2001)


II. La tentación de clonarse (una visión periodística)

En unas semanas el mundo dará un paso incierto hacia el futuro. En algún estado de EE.UU. -sólo en tres de ellos está prohibida la clonación-, un laboratorio de la empresa Clonaid se prepara para "concebir" el primer clon. Quien crezca de esa célula tendrá la carga de remplazar a un bebé de diez meses cuya muerte dejó a sus padres con el más profundo dolor humano. Cómo mitigar ese dolor es un enigma sin respuesta. Y la clonación animal presenta suficientes fallos para hacernos suponer que la humana no será para dentro de nueve meses. (...)

Iniciada hace algunos años, esta polémica de la bioética creció con la decodificación del Genoma Humano, saludado como el mapa de la vida. En 2000 se legisló en Gran Bretaña en favor de la clonación terapéutica (por la cual se extrae una célula sana de un paciente, se transfiere su núcleo a un óvulo para obtener un embrión y de allí se toma el material como repuesto orgánico). La idea de la clonación reproductiva (de un ser idéntico genéticamente al donante de la célula) creció en paralelo y originalmente desató un casi unánime rechazo ético que hoy tiende a suavizarse. Sin embargo, la pregunta es si la ciencia debe satisfacer las más arduas cuestiones metafísicas como si fueran demandas de mercado. Ya la oveja Dolly alentó dudas a la vez ontológicas y biológicas: ¿tiene la edad genética de su donante o la de su nacimiento? ¿qué clase de filiación generan los clones? ¿qué va a determinar sus lazos de parentesco? ¿cómo se compensará la falta de memoria del pasado de quien reemplaza a otro?

Quienes hoy ubicaron a los laboratorios en la bolsa de valores han entendido que la mejor estrategia de marketing para vender esta nueva tecnología es mostrar su lado más amable. La idea del ejército nazi clonado como en "Los niños del Brasil" se fue desplazando hacia la subjetividad más íntima y dolorosa. Así hoy se alude al lugar vacío dejado por un ser querido muerto.

Otros se toman la clonación en broma o proyectan consecuencias nefastas: se dice que la espera para conseguir un clon de George Clooney o Cindy Crawford será de 18 meses, en el mismo tono otros hablan de clonar a Jesús a partir e las muestras de ADN de la Sábana Santa, 1.600fans han formado el proyecto Americans for cloning Elvis para devolver a la vida a su ídolo Elvis Presley. Lejos el chiste el debate continúa y sus consecuencias surgen a medida que se conocen mejor sus secretos. El pensador Jean Braudillard dio su visión en el diario Liberation: "Los clones ya están aquí, los seres virtuales también ¡todos somos replicantes! Es como en Blade Runner, donde ya es casi imposible distinguir el comportamiento propiamente humano de su proyección en la pantalla, de su doble en la imagen y de sus prótesis informáticas". Generación de dobles, simulaciones, el mundo se torna cada vez más irreal en la exacerbación de lo virtual y el deseo de no cruzar la línea mortal.

(Héctor Pavon en "Clarín", 25-02-2001)

 

EL SEÑOR DE LAS MOSCAS
Ginés Morata en El País (29-12-2002)

Darwin propuso que los millones de especies existentes tenemos un origen común, derivamos del mismo tronco. Hoy sabemos que lo de la estructura del ADN viene a ser lo mismo: el código genético es común para todas las especies. En principio, no hay razón técnica alguna para que tu código genético sea el mismo que el de un gusano, podía ser diferente; ¿por qué todos tenemos el mismo?, porque lo hemos heredado de nuestros antepasados. Además, los procesos del ensamblaje tridimensional son los mismos. Y esto es muy importante.

Aquí es donde intervienen los revolucionarios genes Hox, que son tan solo tres genes bastante normales.

El conocimiento del ADN y el código genético se hizo con bacterias y virus "c", que son organismos unicelulares. Todo lo que sucede dentro de la célula de una bacteria sucede también dentro de una célula nuestra. Pero las bacterias son seres unicelulares, mientras que nosotros o las moscas estamos formados por agrupaciones de millones de células. La diferencia fundamental entre una bacteria y una persona, un gusano o una mosca, es que las células tienen que organizarse en las tres dimensiones del espacio. Unas tienen que estar en la parte anterior, donde va a estar la cabeza; otras, en la parte media, donde está el tronco, y otras, en la región posterior, donde va a estar la zona anal. Hay que distinguir también entre regiones dorsales y ventrales.

Las células tienen que saber dónde están unas con respecto a otras, porque de eso depende que hagan una pata, una cabeza o un ojo. Es lo que se llama información posicional: qué es anterior, posterior, ventral, más temprano y más tardío. Y lo que tienen los genes Hox precisamente es que son la maquinaria genética que inventó la evolución, en el cámbrico, hace 540 millones de años, para distinguir entre anterior y posterior, dorsal y ventral.

Los genes Hox le dicen a cada célula: tú eres célula anterior y tienes que hacer cabeza, tú eres célula posterior y tienes que hacer abdomen. Y esto es lo que hacen los genes Hox y asociados.

Hace 15 años hubiera dicho que era muy sorprendente que el gen que hace el ojo en los humanos sea el mismo que lo hace en la mosca... Lo novedoso es que todos los animales compartimos el mismo esquema genético, y no estábamos acostumbrados a pensar en esos términos. Hemos visto que el brazo de una persona se construye esencialmente igual que el ala de una mosca o la pata de un ratón. Nosotros descubrimos hace unos años que la parte anal de las estructuras de la mosca Drosophila está programada por un gen, que se llama caudal, que está presente en los humanos y hace la misma cosa. Al principio es muy sorprendente; luego deja de sorprenderte, una vez que comprendes que todos los animales hemos heredado un diseño genético común.

Con los genes Hox, un fallo en los genes de una mosca se puede subsanar con un gen humano. Pongamos que le falta una pata y se le mete el gen correspondiente a la pierna humana. ¿Le sale una pata?

Y ¿Un fragmento del mismo gen correspondiente de la pata de la mosca puede inducir a hacer una pierna humana?
Teóricamente, el gen correspondiente de mosca sería capaz de reemplazar el equivalente en humanos.
El problema es que la función real de los genes humanos se conoce mal porque los vertebrados tenemos el genoma repetido cuatro veces, la mosca no, y eso hace que su genética sea mucho más complicada. Además, la tecnología de Drosophila es mucho más sofisticada y permite hacer experimentos irrealizables en otras especies.


Compartimos con la Drosophila casi el 70% de los genes, y muchos de ellos están relacionados con enfermedades humanas; por tanto, es una vía muy importante de conocimiento.

Ahora sabemos que hay genes involucrados con muchos procesos, como el envejecimiento y la muerte, y que algún día habrá posibilidades de manipularlos.