Frente
a estos ejercicios de lectura y comentario ya tradicionales en los
ámbitos universitarios, y que tienen un gran valor como herramienta
de trabajo, los profesores nos enfrentamos con un marco que exige
un acercamiento algo diferente. Esa dinámica inductiva o
analítica que parte de los elementos básicos para
tratar de llegar al sentido global de un film es difícilmente
aplicable en nuestras clases. En las mismas, la película
se ve una sola vez (en un formato que no siempre coincide con el
de la obra original) y casi siempre dividida en varias sesiones.
Aunque el uso del magnetoscopio haría posible el análisis
de planos y secuencias aisladas no es normal disponer de tiempo
para hacerlo (Carmona señala que el cine permite este
ejercicio de revisión parcial o total que no se da en una
obra escénica como el Teatro o la Ópera). El profesor
sí puede hacerlo previamente (y ampliarlo con las sucesivas
observaciones en las aulas) pero ¿y los alumnos? Además
de enfrentarse seguramente a un tipo de film algo diferente a los
que están acostumbrados a ver, carecen de un método
y de un eje de búsqueda: ¿qué hay que observar?
¿a qué hay que estar atentos? ¿cómo
descubrir los elementos importantes? El profesor, como conoce bien
el film (como domina el texto y el contexto en Literatura, Filosofía,
Música,...) y, además, los códigos del lenguaje,
sabe lógicamente por donde debe orientarse el análisis.
Por contra, hasta que adquieran ciertos hábitos y soltura
con el método, los alumnos y alumnas no lograrán distinguir
con frecuencia los elementos significativos y destacarlos del conjunto
para unirlos y dar su "sentido globalizador" al film.
Además, los alumnos carecen de método
de análisis fílmico y no manejan suficientes referencias
culturales para poder comprender el segundo plano del film (lo que
los americanos llaman background), y el pleno significado
de la película. En consecuencia, el análisis de películas
en las aulas debe ser más global y partir de métodos
de trabajo específicos.
En su conocido libro Cine, historia y enseñanza,
Monterde escribe que "...debe considerarse preferentemente
el conocimiento del film completo y, sólo desde aquél,
podremos seleccionar segmentos menores que correspondan a nuestras
intenciones". Por su parte, Michel Condé en Comprender
el sentido de un film nos recuerda que los aspectos formales
de cualquier película no tienen sentido en sí mismos,
carecen de verdadera autonomía y sólo cobran significación
en relación al propósito discursivo del film.
Partiendo de que los alumnos sólo pueden ver el film una
vez, estas escuelas dan prioridad al recuerdo y la rememoración
para, desde la descripción, formular hipótesis globales
sobre el sentido de un film. A partir de ahí se puede intentar
buscar elementos de nivel inferior (escenas, diálogos, planos,
símbolos, efectos sonoros o musicales) para contrastar las
hipótesis y poder confirmarlas, completarlas o rechazarlas.
Se trataría de fomentar el hábito de rememorar y describir
el film prescindiendo de los juicios de valor y de la identificación
con los personajes (lo que no es fácil). Dado que nuestra
memoria de un film es siempre parcial y selectiva, esa interpretación
global que hagamos se centrará en los aspectos que más
se acerquen (o choquen) con nuestros sentimientos, valores y esquemas
de interpretación. Es por ello que será solamente
una hipótesis que habrá que organizar (para exponerla
o redactarla). Es ahí donde entra la labor del profesor que
debe proponer actividades preparadas que conduzcan al análisis
de partes del film que den sentido o se lo quiten a las hipótesis.
El método es dinámico y de esa confrontación
de opiniones surgirá una interpretación común
que, en ningún caso, limitará la opinión razonada
y personal de cada participante. El esquema podría ser el
siguiente:
-
Descripción "objetiva" de la historia (al
intentar concernirse a los hechos se intenta eliminar juicios
de valor y procesos de identificación y se descubren
elementos que pasan inadvertidos en la opinión).
-
Hipótesis sobre el significado global del film (buscar
el tema o idea central y la postura que adopta el director,
no el protagonista).
-
Contraste de la hipótesis (buscar fragmentos o elementos
que apoyen o desmientan cada hipótesis).
Junto a este modelo globalizador y muy apropiado
para el debate en grupo, para temas transversales, hay propuestas
más académicas, que fomentan otros objetivos más
curriculares (como que el alumno busque información y redacte
o extraiga conclusiones aplicadas a determinadas áreas del
conocimiento) y que parecen más adecuados para trabajar el
cine como auxiliar de otras materias y con alumnos mayores. El primer
sistema permite un trabajo en el que el profesor sólo oriente
mientras los métodos analíticos exigen del profesor
una gran preparación de materiales (internos y externos al
film) y, preferentemente, un dossier de trabajo.
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