Las películas de Godard van
más allá de la Nouvelle Vage y conforman una obra
particular y diferente dentro de la historia del cine. Son películas
con la impronta de los noticiarios, están relacionadas con
el momento de su producción, son inmediatas, actuales en
cuanto a los hechos y cambios sociales, y a la vez son innovadoras
con el medio cinematográfico, mostrando una reflexión
continua sobre el cine y el arte.
Godard introduce elementos como:
-
cortes en discontinuidad, mientras
que en sus películas el tiempo fluye tranquilamente como
en un día de la vida
-
negativo de película, imágenes
coloreadas, carteles publicitarios, rótulos
-
comentarios dirigidos al espectador,
sonido ambiente, diferentes tipos de voice-over, reflexiones
y uso de arte, cómic, signos, textos y citas de literatura
-
escenas-paréntesis y fragmentos
discontinuos que rompen con las formas tradicionales de narrativa
-
en definitiva, experimenta con
elementos cinematográficos, estéticos, técnicos
e ideológicos, construyendo un análisis del proceso
de formación de las películas y de su consumo.
La fascinación por el cine
y cómo se hacen las películas forman parte del propio
guión, con continuas referencias sobre la técnica
y el lenguaje. Godard presenta en sus películas a otros autores
de cine y a representantes de la cultura que exponen sus propios
pensamientos. Godard distancia al espectador de la historia, para
que se sienta partícipe del hecho de estar viendo una película.
En un primer momento frenético
realiza películas como A bout de
souffle (1959), Vivre sa vie
(1962), Les carabiniers (1963), Le
mépris (1963), Bande à
part (1964), Alphaville (1965)
y Pierrot le fou (1965).
Tras los sucesos de mayo del 68,
en sus películas intervienen creencias políticas y
sociales, y a partir de los 70 se distancia del cine comercial experimentando
tanto en vídeo como en cine. También se dedica a la
teoría y realiza una Historia del Cine con imágenes
en vídeo y dvd.
Sus innovaciones están totalmente
asumidas en el cine actual, pero su voz sigue siendo particularmente
suya. Godard continúa creando un ámbito poético
de espaldas a la mayoría del cine.
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