Historia> Autores> Luis Buñuel
Un perro andaluz Las hurdes/tierra sin pan Nazarín Viridiana Tristana Ese obscuro objeto del deseo El discreto encanto de la burguesía

El cine del prolífico y genial Luis Buñuel puede dividirse en tres etapas: sus inicios en España y Francia, su estancia en México, y su regreso a Francia.
Etapa Surrealista

A la primera de estas etapas corresponde su cine más surrealista, aunque los preceptos de este movimiento no le abandonan nunca. Un perro andaluz (Un chien andalou, 1928), es un cortometraje insólito, provocativo y en contra de toda lógica. Se trata de una obra maestra de la rareza y la fantasía, en cuyo guión colabora Dalí. La edad de oro (L´age d´or, 1930) es una sátira surrealista y poética, un ataque metafórico a la fe y al orden. También incluye alguna escena surrealista en Las Hurdes/Tierra sin pan (1932), una de sus pocas producciones españolas, un documental de autor en el que muestra el panorama terrible del pueblo y sus gentes.

Etapa Mexicana

Con películas como Nazarín (1958) y Simón del desierto (1965), Buñuel sigue siendo surrealista y onírico y flagela la moral burguesa con escenas que impactan y con humor corrosivo.

En cada película Buñuel trata de diseccionar la personalidad humana, cuya naturaleza le fascina y le aterra, forzando a los personajes a vivir situaciones límite: ¿por qué no se ayudan entre sí los burgueses para salir de la casa en El ángel exterminador (1962)?; ¿qué puede llegar a hacer un hombre condenado a la soledad como en Robinson Crusoe (1952)?; ¿de dónde proceden las conexiones entre erotismo y muerte de Archibaldo en Ensayo de un crimen (1955)?; ¿qué clase de celos llevan a Francisco (Él, 1952) a asistir a su propia degradación sentimental?. Quizá la misma imposibilidad de realización personal que lleva a los muchachos de Los olvidados (1950) a cometer sus golferías, condenados a una vida miserable por la fatalidad del destino y por la incapacidad de la sociedad para rehabilitarlos. Esta mirada es la misma que aplica a los personajes de Viridiana, rodada en España en 1961.


Etapa de Madurez

Su última etapa de creación está protagonizada por su colaboración con el guionista Jean-Claude Carrière, de donde surgieron títulos como Tristana (1970), Ese oscuro objeto de deseo (Cet obscur objet du desir, 1977), Belle de jour (1966) y El discreto encanto de la burguesía (Le charme discret de la bourgeoise, 1972), sátiras tremendas en las que se invierten las normas y los valores establecidos, de forma libre y liberadora, que superan en modernidad a sus coetáneos más jóvenes.

En ellas Buñuel sigue experimentando y creando su imaginario poético, siempre desde su mirada irónica, con sus temas más recurrentes: la imposibilidad de realización de los deseos ocultos, origen de una frustación sólo superable con la imaginación y los mundos soñados; el absurdo y la casualidad como motores de la realidad; y la lucha, en definitiva, contra los órdenes establecidos (tradición-religión-sexualidad...), como culpables de la infelicidad humana.

En España se prohibió la exhibición de varias de sus películas. Para esquivar la censura a veces cambiaba algunas propuestas que inteligentemente lograban ser más provocadoras, como el final de Viridiana.

Buñuel es un director único en su estilo, con películas admiradas por todos sus colegas, y que difuminan las fronteras entre el sueño y la realidad, entre los anhelos conscientes e inconscientes. Él es a la vez inquietante y conmovedor.