La coeducación&: Dos sexos en un solo mundo

MÓDULO 5: CUERPOS EN MOVIMIENTO

CONDICIONANTES CULTURALES

En la práctica deportiva, se han dado en muchas ocasiones condicionantes culturales que han determinado que hombres y mujeres accedieran de forma muy desigual a la actividad física.
En el caso de las mujeres, en la mayoría de las ocasiones han tenido que ver con considerar que el cuerpo femenino no estaba adaptado para una actividad física que supusiera grandes esfuerzos y con una idea muy restrictiva de las posibilidades de movimiento del cuerpo de las mujeres, asociándolas casi de manera exclusiva a determinados modelos de  belleza y a la maternidad. Desde este punto de vista se han potenciado actividades que resaltaran la sinuosidad de sus formas, la  flexibilidad de sus articulaciones o el ritmo coordinado de sus movimientos, al tiempo que no se les permitía realizar otras que pudieran “masculinizar su cuerpo” (es decir hacerlo musculoso, fuerte y ágil) o realizar actividades que, sin ningún rigor científico, se consideraran obstáculos en el desarrollo de la maternidad.


También los chicos y los hombres han tenido dificultades para dar al movimiento de sus cuerpos un sentido libre. Hasta hace bien poco, el que los chicos estuvieran bien entrenados físicamente estaba íntimamente conectado con el hecho de la guerra, de la defensa de sus países y de sus posesiones. Esta mentalidad hacía que ya desde niños sus juegos estuvieran asociados a esta circunstancia, de forma que se favorecía el uso de la fuerza, la velocidad, la puntería, la lucha, así como una serie de habilidades personales que tuvieran en cuenta la violencia, la competitividad y considerar al otro como un enemigo.


Esta idea ha ido desapareciendo de nuestras mentes, pero aún permanece un substrato de ese modelo que de alguna manera incita en los niños y en los chicos juegos asociados a la fuerza y a la velocidad, o bien en una forma de desarrollar el deporte que lo convierte en una actividad altamente competitiva estimulada desde los medios de comunicación. El movimiento que un chico realiza se interpreta en demasiadas ocasiones como una medida de su virilidad hasta el punto de que un niño que prefiera actividades artísticas o aquellas en las que predominara  la elasticidad o el ritmo, fácilmente puede ser considerado como “afeminado”.


Parte de estos condicionantes culturales pesan todavía, aunque sin duda, tanto desde la escuela como desde la familia, se hacen grandes esfuerzos por cambiarlos de manera que niños y niñas tengan la posibilidad de probar y trabajar diferentes capacidades físicas. Y son evidentes los avances pero,  junto a ellos, nos seguimos encontrando con situaciones en las que el sentido del movimiento de los cuerpos sigue obedeciendo a estereotipos.

No podemos olvidar que las niñas y los niños que llegan a nuestras escuelas vienen con una historia corporal que, en mayor o menor medida, afecta a sus movimientos, a la elección y uso de materiales o al conocimiento de  diferentes actividades.

Imagina estos dos casos y las consecuencias que se derivan de ellos:


En la familia A, tanto niños como niñas han tenido experiencias diversas respecto a la utilización de su cuerpo: era habitual que toda la familia bailara cuando había algún encuentro familiar, salían a dar paseos en los que además de caminar, en algunos tramos había que correr, saltar o trepar; también había siempre al alcance, balones, cuerdas, gomas, aros, pelotas de todos los tamaños, de manera que ideaban juegos diversos con estos materiales. Las telas en sus arcones de juego ocupaban un gran espacio y las utilizaban muchas veces para disfrazarse de distintos personajes, poniendo caras y repitiendo los gestos de aquellos a quienes querían imitar. En cuanto tuvieron edad, la bicicleta y los patines pasaron a ser los medios de transporte más habituales; se apuntaron a deportes diversos y fueron probando diferentes actividades y deportes hasta que encontraron aquello que más les satisfacía. Las personas adultas de la familia, tanto mujeres como hombres, seguían practicando deportes incluso a edades muy avanzadas.


En la familia B cuando nació el niño, él tuvo diversos regalos, pero si alguno se repetía, ese era un balón y unas botas de fútbol. Cuando nació la niña, ella también tuvo muchos juguetes diversos: una comba, pelotas, patines y más adelante las zapatillas de baile, los zapatos de tacón, las castañuelas, la bicicleta... No solían compartir mucho sus juegos; a las chicas de esta familia no les gustaba el fútbol porque se quejaban de que siempre terminaban haciendo el bruto; a los chicos no les gustaba la goma ni los patines porque decían que era aburrido. En cuanto tuvieron edad el niño se apuntó a fútbol y la niña a baile.


En la escuela, sobre todo en infantil y primaria, se intenta desde hace tiempo que niños y niñas desarrollen capacidades  físicas  diversas y se les proporcionan materiales apropiados para ello. Pero también es cierto  que  en cursos posteriores, la práctica de la educación física suele tener como modelo fundamental el masculino, de manera que durante algún tiempo se han obviado las capacidades de las chicas y ha predominado un modelo de educación física basado en juegos, actividades y formas de entender el movimiento tradicionalmente masculinos; una buena parte de las niñas no se han adaptado a esta situación, y muchas no han querido participar de una educación física en la que primaba la fuerza o la competitividad o la lucha; al no tener otras alternativas han ido perdiendo interés por  la asignatura.

La información que reciben chicos y chicas sobre la actividad física debe favorecer la igualdad y el desarrollo de su personalidad

La información que reciben chicos y chicas sobre la actividad física debe favorecer la igualdad y el desarrollo de su personalidad.
Fuente: www.uha.es

Además de la influencia del medio familiar y escolar, nos encontramos con que la información general que reciben chicas y chicos con respecto a las actividades físicas que realizan es muy diferente y desigual. ¿Te has fijado alguna vez en la sección deportiva de cualquier periódico de tirada nacional, o del espacio dedicado al deporte en los Telediario? Hazlo y comprueba quienes protagonizan las noticias.  ¿Piensas que ello influye de alguna manera en el gusto por el desarrollo del deporte y de determinados deportes? ¿Qué mensajes reciben las chicas con respecto al movimiento de sus cuerpos? Cuando, en las conversaciones cotidianas, se habla de los logros deportivos de las chicas, ¿se mencionan únicamente sus resultados o también se habla de cómo son las formas de sus cuerpos? ¿Y de qué manera se habla de sus cuerpos?

En muchas ocasiones, ante un mismo evento deportivo en el que participan mujeres y hombres, sólo se informa de la actividad realizada por ellos. Por ejemplo, si buscas quien ganó la última media maratón de Londres, de Madrid o de cualquier otra ciudad del mundo,  es posible que encuentres con gran facilidad el nombre del ganador; el nombre de la ganadora lo tendrás que buscar en la letra pequeña y en ocasiones ni siquiera lo encontrarás. Esto influye en las chicas de manera que no ven suficientemente valorado su esfuerzo.

Todos estos condicionantes van pesando más a medida que unos y otras crecen; en la adolescencia nos encontramos con que la práctica deportiva de las chicas parece disminuir bastante. Estos son algunos de los motivos de dicho abandono (tomados de “Elige tu deporte”7):

Desde la escuela podemos contribuir a ir cambiando poco a poco algunos de estos condicionantes que todavía existen y sobre todo podemos dar otra imagen de las mujeres y su práctica física y deportiva. Por ejemplo:

La actividad física es un espacio de acción, de relación y de intercambio

La actividad física es un espacio de acción, de relación y de intercambio.

También podemos explicar que las mujeres siempre han realizado actividades físicas, aunque estas no hayan sido reconocidas históricamente. Podemos contar las historias de las mujeres de las que hablábamos en el primer apartado o de otras muchas que con gran probabilidad en los próximos años irán llegando. Podemos hablar de los juegos que niños y niñas realizaban en otras épocas o en otros países y regiones y que nos dan la pista de que tanto unas como otros se ejercitaban y tendían a perfeccionar aquellos movimientos en los que se percibían más hábiles. Como siempre, en cualquiera de estas actividades se trata de  tener presente el equilibrio entre lo que se cuenta de los hombres y lo que se cuenta de las mujeres, así como de dar tanta importancia a las aportaciones de unas como a las de otros.

Vídeo: Mujeres de hoy. Deportes
Fuente: ‘Mujeres de Hoy’, Instituto de la Mujer y RTVE, 2004.

 

Chicos y chicas pueden realizar todo tipo de actividades físicas

Chicos y chicas pueden realizar todo tipo de actividades físicas
Fuentes:  www.kirolk-bizkaia.ehu.es y www.ayto-pinto.es

7  Elige tu deporte.  Cuadernos de Educación no sexista, nº9. Instituto de la Mujer, 1999.