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El inmigrante. 1917 El Chico Tiempos Modernos Luces de la Ciudad La quimera del oroEl circoMonsieur Verdoux


Sus Inicios

Miembro de una humilde familia de actores, su infancia transcurre en los escenarios londinenses, a los que se incorpora como actor infantil con tan sólo cinco años de edad. Esta primera etapa de su vida está marcada por la penosa situación económica, a la que pone fin su entrada en la importante compañía de pantomima de Fred Karno, en la que perfecciona sus conocimientos artísticos, alcanzando gran prestigio como actor. Las giras que realiza la compañía por Estados Unidos le permiten entrar en contacto, en 1913, con el productor y director de la KEYSTONE, Mack Sennett, con quien firma su primer contrato en Hollywood.

Su Incorporación en Hollywood

En esta nueva etapa, Chaplin añade a su vocación de intérprete la de escritor y director, labor que ya realiza en la gran mayoría de las películas de estos primeros años, en los que comienza a tomar forma su célebre Charlot, el vagabundo romántico, de buenos modales y cierta picaresca, cuya mayor trascendencia radica en la dimensión humana que Chaplin incorpora al personaje, ausente en la mayoría de los tipos cómicos de las Keystone comedies.

Su Filmografía

Entre los cortometrajes que realiza durante estos años, destacan Vida de perro (A dog's life, 1918), ¡Armas al hombro! (Shoulder arm's!, 1918), Día de paga (Pay day, 1922) y El peregrino (The pilgrim, 1922).

En 1921, realiza su primer largometraje, El chico (The kid), que evoca la pobreza de sus años de infancia en Londres, pero que supone ante todo una evolución del universo del autor, con la incorporación del elemento trágico a sus comedias.

Gracias al éxito de El chico, Chaplin funda, en 1923, con el actor Douglas Fairbanks, la actriz Mary Pickford y el director David Wark Griffith, máximas figuras artísticas del Hollywood de aquellos años, la productora UNITED ARTISTS, para la que realizará sus siguientes películas. Una mujer de París (A woman of Paris, 1923), en la que Chaplin no participará como actor. Se trata de una obra capital de la historia del cine, considerada por muchos críticos como la primera muestra de cine psicológico y primer estudio realista de costumbres. Debido al vigor que imprime a la narración y a sus hallazgos visuales, Una mujer de París colocará a Chaplin entre los más grandes realizadores del momento, sin embargo, la película será un completo fracaso comercial.

Debido precisamente a este fracaso, en sus siguientes películas, La quimera del oro (The Golden Rush, 1925) y El circo (The Circus, 1928), Chaplin volverá a encarnar a su célebre vagabundo.

El éxito de estas producciones le permitirá abordar sus siguientes obras desde la más absoluta libertad temática y creativa. En Luces de la ciudad (City Lights, 1931), realiza un amargo retrato de las injusticias sociales; en Tiempos modernos (Modern Times, 1936), última película muda del autor, con banda musical y efectos sonoros, en la que propone una sátira tragicómica en torno a la deshumanización del sistema capitalista y de la mecanización del trabajo; y El gran dictador (The Great Dictator, 1940), nueva sátira en la que Chaplin se enfrenta a las dictaduras nazi y fascista. La actitud valiente y combativa que adopta el autor en estas obras seguirá presente en Monsieur Verdoux (1946), una lúcida farsa sobre la frágilidad de la moral, inspirada en un argumento de Orson Welles.

Su postura crítica no será bien vista desde el Comité de Actividades Antiamericanas, que no dudará en llamarle a testificar. En esta situación, Chaplin abandonará definitivamente los Estados Unidos, en 1952, para realizar en Inglaterra sus siguientes películas: Candilejas (Limelights, 1952), melodrama sentimental con cierto carácter autobiográfico; Un rey en Nueva York (A King in New York, 1957), en la que arremete contra el Comité de Actividades Antiamericanas; y, su última película, en la que además interpreta un pequeño papel de camarero, La condesa de Hong Kong (The countess from Hong Kong).