En los años 30, las compañías PATHÉ
Y GAUMONT entran en decadencia. Este es uno de los factores que
determina que Francia no participe en la guerra de las patentes
del sonido. Serán la industria americana y la alemana las
que intenten hacerse con el mercado.
La filial alemana TOBIS-FRANCE,
contratará a uno de los grandes cineastas franceses del momento, René Clair. Suya es la primera
gran obra del cine sonoro francés, Bajo
los techos de París (Sous les toits de Paris, 1930),
película musical que entonces supera a todas las obras de
este género. Bajo los techos de París es un retrato
poético e irónico del barrio parisino de Montmartre,
con el que Clair inicia una tendencia
de vocación romántica y compone un universo satírico
poblado de caricaturas. Un estilo brillante e inofensivo que no
tardará en ser superado por la personalidad artística
de Jean Renoir,
cuya obra se inscribe dentro de la nueva corriente realista que
domina al mejor cine francés de estos años.
Esta corriente realista será denominada como Naturalismo
poético y en ella destacan: Jacques
Feyder, Marcel Carné
y Julien Duvivier. En sus obras se
muestran personajes sacados de las más bajas capas sociales,
que se mueven en ambientes sórdidos, marginales y decadentes
y que están abocados a un destino fatal. Sin embargo, esta
dura realidad se muestra como un retrato poético.
Jacques Feyder aportará una
obra excepcional, La kermesse heróica
(La kermesse héröique, 1935), una reconstrucción
histórica llena de vitalidad y humor, con la estética
de las imágenes de la pintura flamenca.
Además, en esta década sucede uno de esos auténticos
fenómenos cinematográficos, la obra del artista Jean
Vigo que trabaja en condiciones económicas muy desfavorables
y muere a los 24 años, con una producción muy reducida
- dos cortos, un mediometraje y un largometraje - pero llena de
libertad crítica y de sensibilidad. Con sólo los 45
minutos de Zero de conduite (1933),
y L'Atalante (1934) crea un mundo
sensual y mágico, mezcla de poesía y de realidad que
cautivará la imaginación de futuras generaciones.
Fue abanderado de la Nouvelle Vague
y sigue influyendo en cómo hacer cine. Muchos de los grandes
le han copiado y homeajeado en sus obras.
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Capítulo 11: La regla del juego.
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