Suecia se incorpora a la producción
cinematográfica a partir de 1907, con la productora A.
B. SVENSKA BIOGRAF-TEATERN. En ella debutarán, en
1912, dos artistas procedentes del teatro, Mauritz
Stiller y Victor Sjöström.
Ellos conducirán a la cinematografía sueca a un lugar
de excepción en el panorama internacional.
En los primeros años, reciben influencias de los melodramas
mundanos del cine danés. Pronto se inspirarán en la
tradición literaria nórdica, con su carga poética.
Una influencia temática que podría conducir a una
estética teatral similar a la del
FILM D'ART francés. No será así, estos
directores buscarán nuevas formas de expresión para
poder profundizar en la psicología de los personajes. Además
ven en los westerns de la TRIANGLE
que la naturaleza toma protagonismo dentro de la épica del
relato, y ellos la incorporarán como recurso dramático
de la narración. La naturaleza, expuesta en toda su grandeza,
participa del drama íntimo de los personajes y juega un papel
esencial en el desenlace dramático de los acontecimientos.
Un recurso de evidente raíz expresionista que posteriormente
será empleado por Friedrich Wilhelm Murnau.
Sjöström, con su crudo realismo,
es uno de los grandes del cine. Además de realizar importantes
películas, potenció a Ingmar Bergman. Las obras de
la escuela sueca provocarán en todo el mundo una verdadera
conmoción estética. También, Stiller
descubre a una joven actriz llamada Greta Lovisa Gustavsson, más
conocida como Greta Garbo. Stiller, Sjöström
y Garbo, acabarán marchando a Hollywood en los años
veinte.
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