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Escena de Baño. Eugene PromioVenecia. Eugene Promio El Hotel Eléctrico. 1905, Segundo ChomónEl Hotel Eléctrico. 1905, Segundo Chomón

El cine llega a España a través de los operadores de la Casa Lumière, con el objetivo de proyectar sus películas y de registrar nuevas vistas que habrán de nutrir el catálogo de la Casa. El encargado de hacer llegar a nuestro país el cinematógrafo Lumière será un operador llamado Eugene Promio. Él fue el primero que grabó una imagen para el cine emplazando la cámara en una góndola, que avanzaba en un canal de Venecia, creando así un nuevo estilo de "escenas panorámicas".

En 1897, Eduardo Jimeno rueda con un aparato de la casa Lumière, Salida de la misa de doce del Pilar de Zaragoza. El barcelonés Fructuoso Gelabert fabrica su propio aparato, y, con Santiago Biosca de operador, rueda en 1897, Riña en un café, Salida de los trabajadores de la España Industrial y Salida de la iglesia de Santa María de Sans.

En 1902, el operador aragonés Segundo de Chomón, uno de los técnicos más geniales del cine mundial, descubrió un sistema para animar objetos. También inventó los dibujos y los muñecos animados, los fondos transparentes y los movibles, y las cámara sobre ruedas. Además, ideó una proceso para películas en color. En 1905, realiza El hotel eléctrico, película con trucos rodada por el procedimiento de "paso de manivela" o "imagen por imagen" que aplica el principio en que se basará el cine de animación.

Chomón había trabajado en París desde 1895, siendo el único que podía competir con la espectacularidad de los trucos de Méliès. En Barcelona creó unos estudios y realizó en 2 años 48 películas de diversos géneros, pero siempre con trucajes. A partir de 1905 fue contratado por PATHÉ FRÉRES para colaborar en diversas producciones y en la dirección de algunas películas breves.

En Italia, participará en Cabiria (1913), una de las películas del cine italiano que, en estos años, se decanta por el gran espectáculo, con grandes producciones aparentemente muy ambiciosas, como Quo Vadis (1912) o Espartaco (1912), pero en las que, ante todo, primará la fastuosidad de la producción. Los únicos hallazgos de estas películas serán técnicos y escenográficos, en los que el operador español realizará sus aportaciones con la puesta en práctica del procedimiento del travelling o carrello, que Segundo de Chomón ya ha empleado en la Pathé, y con la utilización de efectos de iluminación artificial mediante reflectores y pantallas. También realizó trucajes en El negro que tenía el alma blanca (1926), y en Napoleón, de Abel Gance.

 

Capítulo 7: al comienzo se pueden ver imágenes de Cabiria y de Le pied de mouton