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Linterna Mágica Zootropo Celuloide Cartel de El Kinetoscopio de EdisonCámara utilizada por los Hermanos LumièreCámara

El cine, como medio de captación del movimiento y forma de narración, tiene unos antecedentes lejanos en la historia. Los primeros intentos del hombre por captar el movimiento y plasmarlo en una representación artística se remontan a las pinturas rupestres y a las sombras chinescas.

Las primeras representaciones plásticas narrativas están presentes en el arte egipcio, griego, asirio y romano, como es el caso de la "columna de Trajano" donde se narran las hazañas del emperador romano.

En 1640, el jesuita alemán Athanasius Kircher, describe, de manera muy gráfica, en su libro Ars Magna Lucis et Umbrae, el nuevo invento que acaba de idear: la lintera mágica, artilugio que permite "proyectar el movimiento".

Sin embargo,el nacimiento del cine no tendrá lugar hasta que surjan los avances técnicos y científicos que lo posibiliten:

Puesto que el desarrollo de la cronofotografía permitirá descomponer el movimiento en fracciones fotográficas mínimas, ahora queda tan sólo recomponerlo a través de la proyección sucesiva de aquellas fotografías sobre una pantalla. Gracias a la persistencia retiniana, el ojo humano percibirá esa sucesión de imágenes como un movimiento continuado. Se trata pues de la combinación del principio de la linterna mágica de Athanasius Kircher y de un dispositivo que permita el arrastre intermitente de la película. Otro invento que hace posible la aparición del cine es la película de celuloide que, al ser flexible, resistente y transparente, y por admitir las perforaciones necesarias para el arrastre, será el soporte utilizado desde entonces. Una vez avanzadas las investigaciones, los únicos problemas ocasionados por la película serán los derivados de su condición altamente inflamable.

El Kinetógrafo y El Kinetoscopio

Las películas más antiguas que se conservan datan de 1890 y son obra de William K. Laurie Dickson, director del proyecto de la casa Edison e inventor de la cámara que Edison patentará en 1891, con el nombre de kinetógrafo.

Ese mismo año, Edison patenta su proyector, un aparato de visión individual, al que denominará kinetoscopio. En él, el espectador, tras introducir una moneda, aplica su ojo a un ocular, a través del cual ve una película. La decisión de Edison de optar por la visión individual, en lugar del espectáculo colectivo, tiene su justificación en la rentabilidad puramente económica del invento, pero también influyen en su decisión la mala calidad de imagen que obtienen por entonces sus aparatos de proyección y la dificultad de resolver, de manera eficaz, el problema del arrastre de la película. El kinetoscopio se comercializa en Estados Unidos en 1894 con tal éxito que, ese mismo año, llega a Europa.

De la colaboración entre Edison y Dickson nacerá el primer estudio cinematográfico.

El Cinematógrafo

Los descubrimientos de Edison serán conocidos en toda Norteamérica y llegarán a Europa donde supondrán una valiosísima aportación a los estudios que allí se realizan. Sin embargo, las líneas de investigación que habrán de conducir al descubrimiento del cine, irán encaminadas a inventar una cámara más ligera que pueda ser desplazada con facilidad a los lugares de filmación, y un proyector que permita exhibir las películas en público y sobre una pantalla.

"Aparato que sirve para la obtención y visión de pruebas cronofotográficas". Estas palabras sirven a los hermanos Louis y Auguste Lumière para definir el aparato que se disponen a patentar en 1895 y al que denominarán cinematógrafo.

La cámara es sencilla y muy práctica. El arrastre intermitente de la película se inspira en el mecanismo de una máquina de coser. Funciona mediante manivela, con película perforada de 35 mm, a 16 fotogramas por segundo. Es portátil y sirve indistitamente para filmar las imágenes y para realizar la proyección.

En estos años, otros inventores, en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, desarrollan aparatos con características similares al de los hermanos Lumière. Esta proliferación de investigaciones, experimentos y patentes es producto del progreso científico y técnico que vive el final del siglo XIX, pero también del espíritu mecanicista que surge, durante estos años, en todas las sociedades industrializadas.

 

En el Capítulo 1 de la Serie Amar el Cine hay comentarios e imágenes sobre los comienzos del cine, con aparatos y muestras de películas de Lumière y de Méliès.