Análisis Cinematográfico> Películas de Lumière

Tren llegando a la Estación. 1895 El Regador Regado Jugadores de Cartas Pecera con peces rojos. 1898 La Niña y el Gato

El 28 de diciembre de 1895 marca un hito dentro de la historia del Arte y del Hombre. Esta fecha ha pasado a ser considerada como la del nacimiento oficial del cine, porque en ella tuvo lugar la primera proyección pública de una película: El tren llegando a la estación, filmada por los hermanos LumièRe, los inventores del cinematógrafo. De nada servirán las polémicas que posteriormente surgen poniendo en duda la pertenencia del invento, porque el impacto provocado por esta exhibición pública asignó para siempre a los Lumière la categoría de padres del cinematógrafo.

La sala escogida fue la del Salon Indien, en París, y el éxito fue rotundo. El escepticismo previo de los espectadores, ante el nuevo invento, se convirtió en fascinación desbordada, cuando el proyector dio a luz las primeras imágenes. El fenómeno del movimiento en pantalla resultaba tan desconocido que los espectadores se revolvían inquietos en sus butacas, al ver que una locomotora se acercaba peligrosamente hacia ellos. Pronto se corrió la voz, y el salón Indien fue testigo de largas colas ante su puerta. El éxito fue tal que el dueño del salón tuvo que arrepentirse del ruinoso acuerdo económico que había alcanzado con los Lumière por el alquiler de la sala, ante las dudas que aquél artilugio le provocaba.

Muchas de las películas de los Lumière, con la duración de un rollo de 30 segundos, muestran escenas naturales: Tren llegando a la estación, Salida de la fábrica, o las escenas familiares o de ciudades de todo el mundo.
Otras, como El regador regado, o Jugadores de cartas, tienen un pequeño argumento y una narración que se limita también a los 30 segundos.


Con todo, estas primeras películas son extraordinarias. La técnica era difícil y los operadores demuestran oficio y arte. Muestran la realidad, pero en ellas hay más fantasía que en otras obras posteriores que pretenden alardear de ello.
En ellas se puede apreciar de forma hermosa la Historia, la impresión de una época con sus costumbres y sus sentimientos, y también, como en todo buen arte, lo imponderable de la vida.


Con estas obras se produce un gran cambio en el pensamiento humano.

Técnicamente no son tan simples como muchos creen, ya que:

  • eligen localizaciones y ángulos para conseguir un máximo de planos en una sola toma.
  • hacen un uso exquisito de la luz y su cualidad.
  • componen en triángulo y en profundidad.
  • ruedan en movimiento, travellings que ellos llaman panoramas.
  • en definitiva, hacen un compendio del arte anterior, creando un mundo propio y dejando abierta la interpretación a la imaginación.


Capítulo 1: Varias muestras sobre Lumière.