Aplicar un tema
Modificar el tema del escritorio es sencillo. Hacemos clic en el menú Sistema del panel superior, seleccionamos Preferencias y luego, Apariencia.

Localizamos la pestaña Tema y elegimos el que nos parezca, entre los sugeridos. Si hemos descargado uno concreto, pulsamos sobre Instalar y localizamos el fichero correspondiente.

Podemos afinar la configuración pulsando el botón Personalizar.

De esta forma tan simple podemos
cambiar totalmente el aspecto del sistema, sin que afecte a su funcionalidad, y
adaptarlo a nuestras preferencias estéticas.
En art.gnome.org (http://art.gnome.org) puede econtrar una gran cantidad de temas para instalar, así como fondos de escritorio y otros recursos gráficos.
Antes de instalar un tema nuevo debe asegurarse de que ha sido diseñado para GNOME y no para KDE, en cuyo caso, no funcionará.