Esta falta de recursos puede desanimar a cualquier alumno que desee realizar el curso. Ahí es donde surgen las máquinas virtuales como auténtica revolución que permite, a cualquier usuario que posea un PC, disponer fácilmente de una red local virtual con la que poder trabajar en un entorno seguro.
Programas como qemu, bochs o vmware permiten definir en nuestro equipo máquinas virtuales, que son PCs independientes cuyo hardware es simulado mediante éstos programas. Dentro de una máquina virtual se puede instalar cualquier sistema operativo y será totalmente independiente del equipo real o sistema anfitrión.
No sólo eso, sino que además, si la configuración del direccionamiento IP asignado a cada equipo está en el mismo rango de direcciones, los dos equipos (el real y el virtual) estarán en una misma red, siendo accesibles, por tanto, los recursos compartidos que existieran en ambas máquinas y aunque físicamente sólo disponemos de un ordenador, lógicamente podemos pensar que disponemos de dos equipos conectados a un switch por tanto, a partir de este momento ya disponemos de una red con la que poder trabajar.
Hemos de darnos cuenta que para llegar a construir esta red virtual no hemos necesitado ningún material físico de los indicados anteriormente y por tanto, para poder realizar el curso sólo necesitamos un ordenador con conexión a Internet (recurso este imprescindible cuando se desea realizar un curso de formación a distancia, independientemente de su temática) y un programa que permita correr máquinas virtuales como vmware player.
Si el alumno desea utilizar máquinas virtuales para la realización del curso es imprescindible que tenga experiencia y conozca su manejo. Para más información sobre máquinas virtuales recomendamos leer el monográfico publicado en el observatorio del CNICE, haciendo clic aquí.