Introducción>>Normas de estilo: lo esencial
¿Cuántas veces hemos oído aquello de que el sentido común acaba por ser el menos común de los sentidos? Si este aforismo es, desgraciadamente, bastante acertado en la mayoría de los campos de nuestra existencia, parece que acrecentara su validez cuando se trata de una actividad en la que intervienen ordenadores. Es como si supusiéramos que la potencia de cálculo del ordenador va a ser capaz de suplantar nuestra capacidad de crear, pensar y organizar. Por ello quiero recordar algunos principios esenciales que, debido posiblemente a su obviedad, suelen acabar olvidándose.
Desde luego, cuando no hay nada que contar lo máximo que podemos lograr, si dominamos la técnica para ello, es crear brillantes y atractivas burbujas vacías.
El primer paso que hemos de dar para crear nuestro sitio WEB es aclarar nuestras ideas sobre lo que pretendemos comunicar a través de sus páginas.
Podemos afirmar sin lugar a duda que todos los grandes genios de la literatura tuvieron que aprender a manejar un lápiz. Y es casi seguro que más de uno hizo sus primeras intentonas literarias con caligrafías temblorosas que, a pesar de todo, no ocultaban el talento que había tras esos trazos.
El lenguaje HTML va a ser la herramienta con la que plasmaremos nuestras ideas para publicarlas en Internet. Como ocurre con cualquier herramienta, la calidad de los trabajos realizados con ella dependerá de la familiarización que seamos capaces de adquirir con su manejo ... y eso tiene mucho que ver con la práctica.
Si atendemos a lo dicho en los párrafos anteriores puede ocurrir que desequilibremos la balanza hacia el platillo del fondo en detrimento del platillo de la forma. Aunque es verdad que el predominio de la forma nos acerca peligrosamente a los fuegos de artificio, no es conveniente que abandonemos un cierto grado de preocupación por la constante superación de nuestra "caligrafía".
En muchas ocasiones hay aspectos, que parecen meramente formales, cuya incidencia sobre la legibilidad y facilidad de transmisión de los contenidos los alejan del campo del adorno para llevarlos al terreno de la arquitectura del mensaje.
Cuando hago esta afirmación no me refiero a los aspectos estéticos, donde está claro que encontraríamos casi tantos matices como seres humanos.
Pensemos el entorno en el que nos estamos moviendo: navegación por Internet en un entorno educativo. Hay algunas coordenadas que son comunes a la mayoría de los que trazamos esta singladura:
Seguro que encontramos bastantes más puntos de coincidencia. Así que ¿por qué no nos planteamos lo que pensaríamos del autor si fuéramos visitantes de la WEB que estamos creando? Por cierto, cuando intentes responder esta pregunta olvida las horas de esfuerzo que le has tenido que dedicar a lo que tienes en tu pantalla ;-)
Una WEB educativa no debería ser uno de esos eventos que se dieron en llamar "performances" en los que cada uno reelaboraba y reinterpretaba la propuesta creativa. Seamos serios: si pretendo transmitir una información el proceso es, inicialmente, asíncrono y unidireccional. Otra cosa es que arbitre los procedimientos para que haya interactividad, pero el flujo inverso se tendrá que producir cuando el visitante tenga claro el mensaje y las ideas que le quiero transmitir. Si esas ideas no están organizadas en mi cabeza no podré plasmarlas de forma que el visitante las perciba como algo coherente.
No se trata de que todos los muebles sean iguales, de que todos los cuadros sean del mismo tamaño,... pero lo cierto es que cualquier casa tiene un estilo que hace que, por muy grande que sea, cuando cambias de habitación no sientas que te has mudado a casa de los vecinos. Desgraciadamente son muchos los sitios WEB en los que el salto de página me hace sentir que me he mudado, más que a casa del vecino, a otro país.
Cuando pensemos en nuestro sitio WEB deberíamos hacernos una idea de la "decoración" general para que los visitantes adquieran de forma inmediata una sensación de comodidad y de sitio conocido que les facilite la estancia en nuestra "casa virtual".
Juega a gusto con las palabras y dales el sentido que te plazca:
La verdad es que mi intención era un poco más inmediata. Lo que quería decir en realidad es lo siguiente:
Si en algún punto de la WEB situamos un enlace que apunte a nuestra dirección de correo tiene que ser con el propósito de contestar a los mensajes que se generen a través de él. Si no es así, es preferible que les ahorremos preocupaciones a nuestros visitantes ;-)